Estaba por la sombra de un olvido
como una noche que hiere esta verdad,
como si algún amor fuera piedad
en el rezo de un verso, ya vivido...
Me invadieron tus días que he querido,
tus labios extraviados en la edad
de aquellos locos sueños de oquedad,
cuando te recordaba siendo nido.
Porque solo al final nos entregamos
como esos dos suspiros, dando al viento
las alas de un te quiero, con un vamos
por los duros caminos de otro aliento,
para hallarnos eternos, mientras damos
a nuestro corazón... ¡Un sentimiento!
como una noche que hiere esta verdad,
como si algún amor fuera piedad
en el rezo de un verso, ya vivido...
Me invadieron tus días que he querido,
tus labios extraviados en la edad
de aquellos locos sueños de oquedad,
cuando te recordaba siendo nido.
Porque solo al final nos entregamos
como esos dos suspiros, dando al viento
las alas de un te quiero, con un vamos
por los duros caminos de otro aliento,
para hallarnos eternos, mientras damos
a nuestro corazón... ¡Un sentimiento!
Juan José Cautivo
©Derechos Reservados del autor®
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PERÚ - AYACUCHO
Al final, muy hermosa inspiración.
ResponderEliminarBendiciones