135. Sonrisa de Mujer

(Si apetece escuchar una melodía)

Un papel, una idea, otra canción,
una turbia retórica que reta
y algún olor de luz en mi veleta,
al desliz de una noche, hecha perdón,

un verso que es espada al corazón,
esperanza, ilusiones, otra meta,
un tal vez, un delfín de pandereta
sobre el mar de esta líbida pasión.

Son enumeraciones, que me intuyen
transpirar el temblor y un presentir,
un dilema, otras lunas donde huyen

sus bordes por las sombras, un vivir
y la voz de mis letras cuando influyen.
¡Versarle a tu sonrisa en mi existir!

Juan José Cautivo

©Derechos Reservados del autor®

PERÚ - AYACUCHO

"Tienes la sonrisa más hermosa
cuando sonríes al darte una rosa,
que hasta la luna se vuelve celosa,
cuando sueño besar, tu boca preciosa..."

Post-Data:  (Se emplea en este Soneto,la figura retórica literaria: ENUMERACIÓN)

134. ¡Te respiro mi piquicha muñeca!

Y nos despertamos,
como dos estaciones donde estamos,
para caminar juntos, a donde vayamos...

De "Versos amarrados" (Juan José Cautivo)

(Si apetece escuchar una melodía)

Te respiro a fortuna,
a rocío esparcido en tu mañana,
a transpiro encontrado en palangana,
con un fuego perdido, donde la fe es ninguna,

Te respiro de pueblo en mi calle oportuna,
en mis raudos tejados donde sana
un viento, sus heridas de ventana.
¡Te respiro mi Luna!

Hoy, me vas de camino en tu dulzura,
escribiéndome días con un Sol, que hipoteca
todos tus despertares de ansia pura,

para antes levantarme bajo esta lluvia seca,
con un darme que en ti, siempre perdura,
amarte respirándote, mi piquicha muñeca.

(Y te respiro allá bajo la pirámide)

Juan José Cautivo

©Derechos Reservados del autor®

PERÚ - AYACUCHO

"Allá vas de preguntas y aquí voy de respuestas,
recorriendo nuestras propias cuestas.."

133. ¡Para amarte despacio!

Aquí seguimos como antes,
como dos que se aman sin aquellos durantes,
aquí vamos, como dos colibríes amantes...

De "Versos amarrados" (Juan José Cautivo)

(Si apetece escuchar una melodía)

Aquí vamos de luces,
como impregnada tarde hacia un sentir,
vamos de soledades en el fluir
al tener que quedarnos, imaginando cruces.

Vamos, que aún seguimos mientras de flor seduces,
siendo aquella amorosa en mi elegir,
vamos piquicha mía sin sufrir
un caernos de bruces.

Si vieras esta noche... ¡Cuanto escribo!
Entre tantos rincones cuando es poco el espacio,
cuando en tu voz temprana me prohíbo,

encenderme de antorcha, por tu dulce palacio,
si vieras, en que luna solo inscribo,
estar contigo a solas. ¡Para amarte despacio!

(Y vuelo bajo el Puente de los Suspiros)

Juan José Cautivo

©Derechos Reservados del autor®

PERÚ - AYACUCHO

"Allá vas de luna y aquí voy de Sol ,
volando como un colibrí, junto al arrebol..."

132. ¡Mi Mujer, la estrella más hermosa!

Quizá sea muy tarde,
quizá ya el escribir me va de alarde,
por recordarla, antes que la muerte me guarde....

De "Versos amarrados" (Juan José Cautivo)

(Si apetece escuchar una melodía)

Nunca pedí amarla
ni me postulé ser, de algún espanto,
cuando todas sus glorias eran canto,
mientras me era memoria de ceniza en un buscarla.

Nunca vino a mi mente sobre un verso encontrarla,
donde era transparencia, dulce encanto,
por si nadie supiera, me fue manto
de lluvia, por besarla.

Hoy escribo al gladiolo empedernido,
que suele ser jardín en la paz de una rosa.
¡Nunca alguien me cuidó ni fui querido!

¡Nunca nadie me amó, transpirando una prosa!
Hasta que ella llegó de amor al nido,
para ser ¡Mi MUJER! ¡La estrella más hermosa!

(Y está aquí, de aroma a Barranco)

Juan José Cautivo

©Derechos Reservados del autor®

PERÚ - AYACUCHO

"Y la amaré de Cosmo a Cosmo, tras la Luna,
la amaré, aunque esta soledad sea mi laguna..."

131. ¡Era Invisible!

A nadie le importaba mi vida,
hasta que llegaste cuando todo era de salida,
para llenarla con un amor infinito, que me anida.

De "Versos amarrados" (Juan José Cautivo)

(Si apetece escuchar una melodía)

Vivía en la burbuja intrascendente,
de un ayer a un después - con otros ojos -
y habitaba adornando mis abrojos,
cuando ante el mundo, era transparente.

Todo en mi, era un andar indiferente,
un callarme el dolor de unos sonrojos,
era olvido en las sobras y despojos,
de quienes tanto amaba y mucha gente.

Fue entonces que tu mano me alcanzó,
cuando el viento del norte me asustaba,
cuando todo el silencio perdonó,

lo que hice por buscarte y... nunca estabas,
dejé ser el invisible y eso marcó,
no volver donde un miedo, me encontraba.

(Fue que salí de mi burbuja...)

Juan José Cautivo

©Derechos Reservados del autor®

PERÚ - AYACUCHO

"Y te amé y amaré sin dejarme nada,
cada vez que despierte en tu madrugada..."