Porque siempre te encontraré
como un pecado hermoso, llamado café...
De "Versos sueltos" (Juan José Cautivo)
Y era así, la oquedad que entendería,
dos lágrimas al fuego de un no sé,
donde nos bastaría a poca fe,
el último crepúsculo que ardía.
Íbamos como un sol sin tener día,
a la brida de dar un beberé,
por aquello que nunca más seré,
un sorbo en el aroma que debía.
Aún tengo el sabor de una alegría,
un pedazo de noche que dejé
sobre algún velador, donde escondía
tu sonrisa despojada que gocé.
Y ahora, estoy esperando a quien servía,
por ser así de simple... ¡Un buen café!
Juan José Cautivo
dos lágrimas al fuego de un no sé,
donde nos bastaría a poca fe,
el último crepúsculo que ardía.
Íbamos como un sol sin tener día,
a la brida de dar un beberé,
por aquello que nunca más seré,
un sorbo en el aroma que debía.
Aún tengo el sabor de una alegría,
un pedazo de noche que dejé
sobre algún velador, donde escondía
tu sonrisa despojada que gocé.
Y ahora, estoy esperando a quien servía,
por ser así de simple... ¡Un buen café!
Juan José Cautivo
©Derechos Reservados del autor®
PERÚ - AYACUCHO
Amada mía, ¿Vienes a tomar un café?
Aquí donde siempre te esperaré...
Aquí donde siempre te esperaré...
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